sábado, octubre 04, 2008

Por los suelos

Salen de sus nidos y se van. Marchan para volver y salir otra vez. Buscan comida y clima favorable para sus polluelos. Los hombres aprendemos de las aves migratorias, aunque la realidad es que, en muchos casos, los emigrantes no pueden volver a su tierra natal. El gobierno de España procura que vuelvan a sus orígenes porque ocupan demasiados puestos de trabajo, con el apoyo del pacto europeo sobre inmigración. Brasil protesta, y no es para menos. Las corrientes migratorias se cruzan, van y vuelven con el tiempo, aupadas por las bonanzas económicas. Como resultado de la crisis financiera y de la dureza de los controles patrulleros, baja el número de inmigrantes latinoamericanos, especialmente mexicanos, en la frontera norte de las Américas. Las remesas que envían los migrantes a sus familias también descienden. No son buenos tiempos para migrar. Donde llegas te echan. Y nadie quiere volver a casa con la frente marchita, como decía el tango. La inmigración es útil cuando no hay mano de obra autóctona para hacer los trabajos más ingratos y desfavorecidos como el de los albañiles que se cuelgan a la intemperie de un andamio, los mineros que bajan a las entrañas de la tierra, los cultivadores o los cuidadores de enfermos. Resulta que ahora, en España, ha estallado la burbuja inmobiliaria y no se construye, tampoco se venden coches y el poder adquisitivo está por los suelos, como los inmigrantes.

2 comentarios:

dull dijo...

Martin, ya reviso su buzón?
:)

entrenomadas dijo...

No sé si viste el otro día un programa de televisión donde parece que habían invitado a tod@os los xenofobia del país.
Un asco y una inmoralidad que la televisión haga estas barbaridades.
Sí, todo es tan injusto y la gente es tan simple con dos o tres mensajes se les maneja como si nada.
Un país sin memoria es malo, un país con programas xenófobos es repugnante.

Kisses