La verdad está en todas las mentiras, según uno de los personajes de
'La novela de Perón', escrita por el periodista argentino
Tomás Eloy Martínez. También compara la verdad con los
miles de ojos de una mosca. Lo ideal sería obervar la realidad con la mayor cantidad de ojos. La mentira, sin embargo, puede ser
criminal como el caso ocurrido en España, con el
drama de una inmigrante ecutoriana que se enfrenta a los dueños de una fábrica, donde murió en accidente laboral su hijo de 20 años, que no tenía los papeles en regla y que fue
acusado por los empresarios como un ladrón que había ido a robar. Los dueños de la fábrica ya han recogido 3.000 firmas para solicitar el
indulto de la sentencia que les condena a la cárcel.
México está
hecho para la mentira,
comenta una analista. El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, afirma que las informaciones oficiales son la
única verdad y que los medios informativos mienten. Al presidente argentino,
Néstor Kirchner, le acusan de faltar a la verdad, entre salarios de
miseria y en negro, saliendo derrotada la democracia con las propuestas del voto en blanco o la abstención. Chile juega al gato y al ratón, a la verdad y a la mentira, reteniendo al corrupto ex presidente peruano Alberto Fujimori, sin dar luz verde a la petición de
extradición para ser juzgado en su país. Al Gobierno del presidente Hugo Chávez le tildan de mentiroso por ocultar el cierre de una cadena de televisión opositora diciendo que sólo habrá
"una renovación". Cuba alza su voz contra la
doble moral de Estados Unidos, por dejar
en libertad al terrorista venezolano
Luis Posada Carriles. Tenemos que aceptar que la mentira
nos domina, concluye el dramurgo y director de teatro Mauricio Kartun. Hasta las entradas vendidas por Internet para la
Copa América, dicen, son una mentira. El cantautor español
Joaquín Sabina describe la mentira con la claridad del agua.