miércoles, mayo 02, 2007

Soberanía petrolera

Venezuela se hace con el control de una de las reservas petrolíferas más grandes del mundo, al mismo tiempo que Bolivia asume la producción y comercialización de los hidrocarburos, incluido el gas. Es la soberanía petrolera que permite que el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, anuncie un aumento del salario mínimo del 20% hasta alcanzar los 286 dólares, además de la promesa de que a partir del año 2.010 el horario laboral se reduzca de ocho a seis horas al día. Por el contrario, sus vecinos, Ecuador y Colombia, siguen sobreviviendo entre la violencia y las fumigaciones en la frontera, conviviendo con los marcotraficantes y los paramilitares. En Madrid juzgan a 14 jóvenes latinoamericanos, miembros de los Latin Kings, considerada una banda ilegal en entredicho con acusaciones de robos, detenciones ilegales y violaciones, que incluso se descubrió tenían armas blancas escondidas para sus fechorías. Las dos caras de la moneda en la agitada actualidad latinoamericana, con sus contrastes y diferencias.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Latinoamerica es como una caldera en que hay de todo, y eso a mi me gusta, pero quisiera que al menos en bienestar no hayan tantas diferencias. Latinoamerica despierta, Chavez no es la solucion; bueno, es lo que yo creo, segun mi experiencia.

Fran Invernoz dijo...

gaiar:estoy de acuerdo contigo.

E dijo...

Chavez ha hecho que aumente la producción petrolera, vende a Estados Unidos y tiene un proyecto energetico a nivel sudamericano, que favoreceria a muchos países. Sin embargo, a pesar de que el petroleo ha generado como nunca riquezas en Venezuela, en dicho país la pobreza y la violencia han aumentado. Curiosamente Chavez habla de integracion y critíca las politicas belicas norteamericanas, pero ha gastado mas de mil millones de dolares en una re estructuración de las FFAA venezolanas. Tal despilfarro de dinero, deberia haber servido para mejorar muchos aspectos sociales de su país. En Sudamerica estamos mal porque nuestros gobiernos izquierdistas quieren emular este mal ejemplo de gobernante.