viernes, mayo 18, 2007

La guerra contra la democracia

La guerra contra la democracia. Así se titula el documental del investigador australiano, John Pilger, proyectado en el Parlamento Británico, y que incluye declaraciones de un ex jefe estadounidense de operaciones militares y de espionaje en Suramérica que defiende el derecho de Estados Unidos a intervenir donde le dé la gana, siempre que haya un interés nacional. Y así están las cosas en Latinoamérica, donde el que puede se escapa. El crecimiento de la población latinoamericana inmigrante en Estados Unidos eleva a más de 100 millones de habitantes las cifras de las minorías. Las migraciones no son otra cosa que el
desplazamiento forzado
de la mano de obra, con sus consecuencias. Los pobres y los trabajadores no son minoría en sus países de origen, pero siguen con la esperanza rota y desilusionada. La fuerza de la inmigración impulsa a una reforma migratoria en Estados Unidos, aunque dejando lugar a algunos puntos controvertidos con respecto a la tarjeta verde discriminatoria. Eso sí, el poder sigue en pie de guerra contra la democracia.

7 comentarios:

Unknown dijo...

Ah, la democracia... existe?

Fernando Amaya Dalmasso dijo...

Basta de echarle la culpa de todo lo que pasa a Estados Unidos... una vez miremos adentro... nadie entre donde no lo invitan, y cualquier intervención Estadounidense en cualquier territorio no puede justificarse en "porque nos dio la gana", en América Latina entraron invitados por las dictaduras de los 70', y si hoy en día intervienen, es porque han prestado tanta plata a estos países, que hasta parecería que nos compraron.

Anónimo dijo...

Los Estados Unidos siempre han intervenido donde les ha dado la gana. Véase, sino los ejemplos, de Corea, Vietnam, Irak... Algunos gobiernos, sean americanos o no, se crean los gendarmes del mundo y hacen y deshacen, otros gobiernos, a su antojo con el fin de salvaguardar los intereses de sus multinacionales, la avanzadilla de la intervención económica. Saludos

Anónimo dijo...

Hola Martin:

Gracias por tu visita. he leido tu blog, y me ha llamado mucho la atencion los temas que expones. por que son problematicas de mi Pais., y a pesar de eso no es comun que alguien hable de ellos. De entrada pense que eras Mexicano, hasta hablas de los chinos! y aqui en Mexico en algunos estados la comunidad de China es enorme, y son parte indispensable del crecimiento economico., son personas desconfiadas, pero muy nobles, y algo que admiro de ellos es la manera en que se ayudan entre ellos mismo.

Sabes, segun yo me gustaba Juan Rulfo, pero desconocia que tuviera un hijo!!!!!!, le seguire los pasos. gracias por la informacion, jejeje.

Recuerdas el Llano en llamas?. bueno. con esto me despido. interesante blog. saludos...

" Después de tantas horas de caminar sin encontrar ni una sombra de árbol, ni una semilla de árbol, ni una raíz de nada, se oye el ladrar de los perros. Uno ha creído a veces, en medio de este camino sin orillas, que nada habría después; que no se podría encontrar nada al otro lado, al final de esta llanura rajada de grietas y de arroyos secos. Pero si, hay algo. Hay un pueblo. Se oye que ladran los perros y se siente en el aire el olor del humo, y se saborea ese olor de la gente como si fuera una esperanza. Pero el pueblo está todavía muy allá. Es el viento el que lo acerca. Hemos venido caminando desde el amanecer. Ahorita son algo así como las cuatro de la tarde. Alguien se asoma al cielo, estira los ojos hacia donde está colgado el sol y dice: —Son como las cuatro de la tarde. Ese alguien es Melitón. Junto con él, vamos Faustino, Esteban y yo. Somos cuatro. Yo los cuento: dos adelante, otros dos atrás. Miro más atrás y no veo a nadie. Entonces me digo: "Somos cuatro." Hace rato, como a eso de las once, éramos veintitantos; pero puñito a puñito se han ido desperdigando hasta quedar nada más este nudo que somos nosotros. "

Anónimo dijo...

Upssssssssssssss perdon por lo extenso.... pero tu tambien me hiciste leer mucho. jejejeje

Daniel de Witt dijo...

Obviamente lo segundo es consecuencia de lo primero.
Tomemos el caso de Argentina. Hasta entrados los años 50, Argentina era un país receptor de migrantes.
En 1955 la autodenominada Revolución Libertadora incorporó al país al FMI y a los organismos de Bretton Woods, lo que significó el ingreso definitivo del "orden internacional", que no es otra cosa que de Estados Unidos.
50 años después, Argentina es un expulsor de mano de obra.
¿Cabe alguna duda?
Un abrazo.

Fran Invernoz dijo...

gaiar: la democracia existe, pero como todo lo humano no es perfecta. En algunos casos, al poder no le interesa una democracia consolidada que busque soluciones con el consenso.
fzeox: es relativamente cierto lo que comentas. Pero si un ladrón entra a tu casa porque has dejado la ventana abierta, son culpables del robo el propietario de la vivienda y el ladrón. Es verdad que las malas políticas de los gobiernos tienen gran responsabilidad en la falta de progreso de los pueblos.
migramundo: has dado en la clave, porque la guerra de Irak ha sido el mejor ejemplo de la avanzadilla de la intervención económica estadounidense por sus intereses en las empresas petrolíferas.
resonancias magnéticas:he seguido con interés la lectura de tu comentario. He aprendido algo más sobre los chinos latinoamericanos y el fragmento de Juan Rulfo describe con precisión a Latinoamérica, y hasta se pueden hacer varias lecturas del texto.
daniel de witt: tienes toda la razón del mundo, con la salvedad de que Argentina no fue capaz de crear industrias o empresas de servicios para dar empleo y crear riquezas, sino todo lo contrario, ahí está el caso del ex ministro de Economía, Martínez de Hoz, que introdujo las teorías liberales de los Chicago Boys, con Milton Fridman a la cabeza, abriendo las exportaciones y mantando a las industrias y empresas autóctonas.