Messi, mundial

Messi ya es universal, mundial. A pesar de que el diario deportivo argentino Olé diga ahora: "Messi es argentino". Dicha opinión no coincide con la idea generalizada entre la hinchada argentina que criticó en su momento al jugador del Barça por ser un "producto español". Y es verdad, porque el Barça le pagó el costoso tratamiento que necesitó Messi, siendo un adolescente, porque nadie en Argentina supo ver el futuro de un genio aportando ni un solo centavo del peso argentino, ni un solo céntimo de euro. El Barça sí lo hizo. Y volvemos a lo mismo, en Argentina como en Latinoamérica nadie quiere poner el hombro, todo el mundo está acostumbrado al populismo, a recibir sin dar nada. Sí señor, Messi es un producto español. Por eso no juega bien con un mal entrenador como Maradona que no sabe compaginar un equipo de fútbol. En su país de origen sólo se les ocurre decir que "Messi es argentino" y a muchos les gustaría que cantase la Marcha Peronista, que ensalza al general Juan Domingo Perón, gran amigo del dictador español Francisco Franco. Pero todo esto no tiene importancia, hasta Inglaterra se rinde a sus pies, más de un cuarto de siglo después de la derrota argentina frente a los ingleses en la Guerra de las Malvinas. Messi hace paladear su juego a los amantes del buen fútbol. Baja del cielo de Barcelona. A sus 22 años ya es una leyenda en vida y se siente capaz de usurpar el trono a Maradona, sólo le falta ganar un Mundial de Fútbol. Porque toca la pelota y es feliz, necesita tomar contacto con el balón para descorchar una sonrisa, como lo hace el protagonista de la serie de dibujos animados "Oliver y Benji". Arsène Wenger, ell técnico del Arsenal inglés, al que el jugador argentino metió cuatro goles en el último partido clasificatorio para la final europea le define como "un jugador de la Play Station". Otros le llaman "Dios", "Messias" o "FantaMessi". La prensa mundial no encuentra palabras para elogiarlo porque Messi es más que argentino, ya es de el mundo, es Patrimonio de la Humanidad por su juego sublime.