viernes, agosto 15, 2008
Entre medallas y espinas
Acabo de encontrar en la primera página de un diario chino, por una ridícula curiosidad, que son muchos los países, la mayoría, que no obtienen ni siquiera una sola medalla en los Juegos Olímpicos que se están disputando en Pekín. Las primera páginas deportivas sólo hablan de China y Estados Unidos que encabezan el medallero olímpico mundial. Con el deporte ocurre algo parecido a lo que sucede en la web, sólo unos pocos blogs merecen la pena, entre otros tantos que nos deslomamos casi a diario, arrastrándonos entre espinas como dice el tango, para recibir a cambio unas pocas visitas, escasos comentarios que, sin embargo, se convierten en esas medallas doradas que nos reconfortan, incluidos los premios que nos otorgan nuestros esforzados lectores. Hasta el cine refleja el encanto de los perdedores. Alguien me ha dicho que los griegos premiaban a los corredores, saltadores y lanzadores que tuvieran el mejor estilo, a los deportistas que pudieran dibujar en el aire los mejores movimientos. El poeta ítalo-argentino Antonio Porchia escribía que el hombre mide todo y no es medida de nada. Estoy satisfecho con haber recibido las medallas que agradezco a mis lectores. (En la imagen, el estadounidense Michael Phelps muestra una de sus siete medallas ganadas, hasta el momento, en los Juegos Olímpicos de Pekín).
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4 comentarios:
Comparto tu opinión,esos premios que uno a veces recibe pudieran parecer cursis, pero algunos son medallas, como bálsamos que nos ayudan a seguir, sobre todo cuando tener un blog nos causa dudas.
Y si, hay blogs muy populares y muy vacios, multivisitados y vaciós.
la reparticion de medallas es gloria y verguenza a la vez
un abrazo
Se supone que uno escribe un blog porque le gusta escribir y publicar. Si además te lee alguien, mejor que mejor. Pero si tú no te diviertes con lo que haces, no tiene ningún sentido continuar. Cuando una persona se va de pesca le importa poco el público. Lo que trata es de disfrutar con un pasatiempo que le gusta. Pues esto es igual. O debería, en mi opinión, ser igual.
Y sí, la mayoría de los blogs que se hacen es infumable.
Estimado y respetado amigo Martín Bolívar, hace unos instantes concluimos una conversación con uno de nuestros hijos varones, quien ya es un joven de 18 años; entre tantos temas que un muchacho de su edad nos tocaba, ¿qué casualidad?, era el de las motivaciones que él tenía en la vida. Nos expresaba que deseaba trascender y ser recordado con respeto por los demás, aparte de estudiar, trabajar, casarse y tener hijos”.Lo vimos a los ojos con gran ternura, lo miramos en silencio por un buen rato, no sin antes sentir su ingenua actitud pero al mismo tiempo esperanzadora. Hay aún nobleza en el mundo, la vemos en nuestros jóvenes formados en los valores familiares y cristianos que sueñan con hacer las cosas bien.
Le dijimos, simplemente que a su edad son muchas las motivaciones que nutren la existencia de las personas, y que no lo juzgábamos por ellas, que no pensábamos que sus motivaciones fueran malas ni buenas, sólo las suyas. Le recordamos una frase de william shakespeare que dice: “No hay nada malo ni bueno excepto si la mente lo hace así. Le sugerimos eso si, que intentara siempre ser auténtico y regirse por los principios más elementales de convivencia de respeto por los demás; y que además, a la hora de definir el concepto de hombre, no estaríamos en capacidad de unificar un criterio general para sintetizarlos a todos en uno sólo, porque es que habían demasiados especimenes diversos de seres humanos, de distintos tipos de hombres, en atención a sus pensamientos, oficios, profesiones, ideologías , tendencias políticas, filosóficas, religiosas, culturales, de raza de sexo y de credo.
Le aseguramos que conocíamos a hombres ateos, espiritualistas, naturalistas, científicos pragmáticos, experimentalistas, positivistas, comunistas, liberales, centristas, izquierdistas, radicales, derechistas, fascistas, democráticos, creyentes, religiosos, católicos, protestantes, evangélicos, anglicanos, testigos de Jehová, musulmanes, judíos, ermitaños, sociables, antisociales, delincuentes, farsantes, estafadores, filántropos, egoístas, ambiciosos, intolerantes, arrogantes, frívolos, superficiales, enfermos, narcotraficantes, drogadictos, alcohólicos, saludables, esquizofrénicos, neuróticos, sicóticos, psicópatas, piadosos, místicos, iniciados, intelectuales, racionalistas, poetas, artistas, criminales, santos, ricos, pobres, blancos, negros, amarillos, anglosajones, caucásicos, asiáticos, oriental, occidentales, norteños, sureños, rojos, altos, bajos, enanos, gordos, flacos, calvos , peludos, lampiños, rubios, castaños, peli rojos, morenos, pelo lacios, pelo ensortijados, sacerdotes, médicos, ingenieros, arquitectos, periodistas, escritores, literatos, policías, bomberos, militares, deportistas, futbolistas, peloteros, basqueteros, tenistas, nadadores, jinetes, esgrimistas, bolibolistas, atletas, oficinistas, abogados, jueces, fiscales, agentes de tránsito, pilotos, buhoneros, comerciantes, artesanos, transportistas, campesinos, ganaderos, obreros, empresarios, corredores de bolsa, aseguradores, vendedores, bloggeros, astrónomos, astrofísicos, físicos, químicos, matemáticos, maestros, profesores, reporteros, fotógrafos, actores, saltimbanquis, payasos, trapecistas, domadores, cazadores, animadores, cineastas, artistas pornos,cantantes, músicos, compositores, novelistas, teatreros, histriónicos, magos, políticos, reyes, Jeques, mandatarios, primeros ministros, presidentes, diputados, senadores, gobernadores, alcaldes, funcionarios públicos, cleros, anarquistas, mercenarios, terroristas, guerrilleros, Papas, redentores, salvadores, soñadores; en fin, es casi imposible definir al hombre con un único concepto; y si tuviéramos obligados que intentar hacer semejante tarea con una palabra, esa tendría que ser la palabra diversidad, porque ningún hombre es igual a otro, ni física ni mentalmente; todos pensamos y sentimos diferente, sólo nos parecemos porque tenemos los mismos órganos, pero el espíritu es único en cada caso, somos como gotas de agua de un mismo océano, somos parte de Dios. ¿No es eso ya de por si maravilloso, casi mágico? Le dijimos también, que lo más complejo de todo es que éramos hermanos, lo cual le pareció realmente impresionante, porque según nos dijo, a su edad jamás lo había pensado…
Le recordamos a propósito de ello, que muy jóvenes habíamos leído una biografía del presidente y científico estadounidense Benjamín Franklin, en la que nos llamaron poderosamente la atención, unas páginas referidas a las distintas motivaciones que teníamos los seres humanos para actuar en nuestras vidas. Recordamos que se detallaba allí una larga lista de motivaciones que tendríamos las personas para hacer o dejar de hacer; recordamos contextualmente las siguientes:
1)Motivación de servicio desinteresado a los demás.
2) Motivación de trascender y perdurar en el tiempo.
3)Motivación de ser muy útiles a nuestras familias.
4)Motivación de investigación científica de descubrimeintos.
5)Motivación de obtener fama y reconocimiento.
6)Motivación de ambición de gloria histórica.
7)Motivación de amasar fortuna o hacer dinero,riquezas, acumular bienes materiales.
8) Motivación de evolución espiritual y mística.
9) Motivación de placer.
10) Motivación de ser amado.
11) Motivación sexual y erótica.
12) Motivación de Conocer lugares.
13) Motivación de diversión y esparcimiento.
14) Motivación filantrópica.
15) Motivación de perpetuación de la especie.
16) Motivación por vocación profesional y académica.
17) Motivación de obtener éxito.
En fin, no son textuales, pero son más o menos las más importantes que recuerdo.
18) Motivación religiosa por la creencia en Dios.
19) Motivación por perversidad, egoísmo, avaricia, codicia, odio, guerra, venganza, instintos asesinos y criminales
Le dijimos a nuestro hijo entonces, que cada quien tenía sus libres motivaciones para actuar en la vida, y que tratará de no ser jamás ingenuo y aprendiera a identificar y determinar sus verdaderas motivaciones. Que nosotros no juzgábamos a nadie, que sólo comprendiera que todos éramos diferentes, y que era maravilloso que así fuera. Que unas de las más increíbles realidades que muestran la grandiosidad de Dios es precisamente que nadie es idéntico a alguien; lo cual ya de por si es algo inconmensurable.
Un fraternal saludo.
El problema está que mucha gente necesita premios para sentirse que ha hecho bien un trabajo, yo con haber llegado a las olimpiadas ya estaría contenta :) Lo mismo que estoy de poder mantenerme escribiendo mi blog, con medallas o sin ellas. Besotes!
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