La palabra con la que hablo queda aquí en este espacio. No se la lleva el viento, permanece. La palabra con la que habla el rapero
Nach Scratch nombra amigos-enemigos de una sociedad (de un mundo) sin piedad.
Boxeo-trofeo.
O flores o caramelos huecos, vacíos, sin contenido, sólo para quedar bien, entre palabras o
paroles en italiano que cantaba el italiano Adriano Celentano y Mina en la década de los años setenta. ¿Por qué no te callas?, palabras, sólo palabras y nada más. El presidente de Nicaragua,
Daniel Ortega, manda callar a su homólogo venezolano, Hugo Chávez, que se entrevistará con el Rey de España, en una muestra de
sumisión y debilidad,
ocho meses después que le tapara la boca en la Cumbre Iberoamericana. Los bocazas como Chávez tienen muchas palabras con ningún argumento, sólo teorías trasnochadas que no solucionan nada, menos en Hispanoamérica. El silencio, cuando no se tiene nada que decir, o no se sabe lo que hay que decir, por haber metido la pata, se convierte en sepulcral. Cierran la boca también los presidentes de Bolivia,
Hugo Chávez, y de Argentina,
Cristina Kirchner de Fernández.
2 comentarios:
Hola: un cobarde se comporta así. Besos
Não entendi nada...
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