Bolivia, un polvorín, una bolsa llena de gatos rabiosos

Hoy me dije a mí mismo no voy a leer las noticias ni voy a escribir sobre política, ya que no soy un experto en la materia y veo que produzco opiniones encontradas con mis comentarios. Sin embargo, me preocupa Latinoamérica y no aguanté la tentación de hacer referencia a Bolivia, un país pobre que no acaba de arrancar a pesar de las

expectativas

que despertó el presidente indígena Evo Morales. Un grupo de mineros amenaza con volar un puente con dinamita, protestan los maestros y se reprime a personas discapacitadas. Grupos opositores al gobierno se suman a las manifestaciones contra el Gobierno, apenas cinco días antes del referendo en el que tanto el presidente como ocho de los nuevos prefectos (gobernadores) pondrán en juego sus cargos. La presidenta argentina, Cristina Kirchner de Fernández y su homólogo venezolano, Hugo Chávez, se ven obligados a suspender el viaje que tenían previsto a Bolivia. Es indudable que si la política es el arte de lo posible, esto no es política, más bien una bolsa (saco) llena de gatos rabiosos.