domingo, mayo 02, 2010

El fracaso populista

Las protestas ciudadanas afloran en casi todos los programas de radio y televisión de Bolivia, que reciben llamadas telefónicas o correos electrónicos que reflejan un creciente descontento ante la caída del poder adquisitivo y el alza general de precios. La reacción del presidente boliviano, Evo Morales, fue inmediato, en un golpe de timón populista aprovechó la ocasión para decretar la nacionalización de tres grandes empresas generadoras de energía con socios internacionales y de una planta de producción local en régimen de cooperativa, según publica el diario español "El País". En una lectura rápida parece acertada la medida, tomada por la fuerza militar y policial en el Día del Trabajo, teniendo en cuenta la voracidad depredadora de las multinacionales. Sin embargo, hay que suponer el esfuerzo de inversión que ha supuesto. Si las empresas multinacionales se instalan en un país es porque han firmado un convenio con el gobierno de turno y lo que hay que hacer es suscribir contratos favorables a los intereses del país receptor de grupos empresariales. El comportamiento de Morales es una copia de otros mandatarios latinoamericanos, como ha sido el caso del dictador argentino, el general Galtieri que ante las protestas del pueblo frente a la Casa Rosada del 30 de abril de 1982, ordenó a los pocos días, el 2 de marzo, la invasión de las Islas Malvinas que provocó una guerra ganada por Inglaterra que actualmetne está proyectando la extracción de petróleo con plataformas submarinas. Es decir, que se repite en Bolivia un acto populista, para quedar bien con sus seguidores, pero que al final no sirve para nada.

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