Aunque todos los países latinoamericanos firmaron la Declaración Universal de Derechos Humanos, los regímenes militares dominaron gran parte de la región desde la década de 1960 hasta mediados del decenio de 1980. Estos regímenes se caracterizaron por las violaciones generalizadas y sistemáticas de los derechos humanos; por ejemplo, desapariciones forzadas, ejecuciones extrajudiciales y tortura de oponentes políticos.
El fin de los regímenes militares y el retorno a gobiernos civiles constitucionalmente elegidos han significado el fin de esta constante de violaciones. Sin embargo, las esperanzas de que una nueva era de respeto de los derechos humanos hubiera llegado han resultado infundadas en muchos casos debido a la aparición de nuevas constantes de abusos, asegura AI.
Con frecuencia los responsables de abusos de poder y de violaciones de derechos humanos quedan impunes. Anque la igualdad de protección puede existir en la ley, en muchos casos se niega en la práctica, sobre todo a las personas que pertenecen a comunidades desfavorecidas como afrodescendientes y poblaciones indígenas.
Muchos países de la región sufrieron en otros tiempos la devastación derivada de guerras civiles y conflictos armados internos, en la actualidad sólo Colombia continúa afectada por un conflicto de envergadura.
La mayoría de las constituciones garantizan derechos fundamentales y la mayoría de los países de la región han ratificado tratados internacionales clave de derechos humanos, con la excepción de Estados Unidos (no ha ratificado la Convención sobre los Derechos del Niño ni la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer).
Las violaciones de derechos humanos cometidas por personal estadounidense en Irak, Afganistán, Guantánamo y otros lugares han sido muchas y variadas, y han incluido desapariciones forzadas, tortura y otros tratos crueles, inhumanos o degradantes (en algunos casos con resultado de muerte bajo custodia), detención prolongada en régimen de incomunicación, así como otras formas de detención arbitraria e indefinida, traslados internacionales secretos de detenidos sin el proceso debido ("entregas extraordinarias") y juicios en los que ha concurrido una flagrante falta de garantías. La rendición de cuentas ha estado en gran medida ausente, al igual que el derecho de recurso para las víctimas.
En la base naval estadounidense de la bahía de Guantánamo, Cuba, hay todavía más de 200 detenidos en situación de reclusión militar indefinida sin cargos ni juicio. Algunos van a ser juzgados por comisiones militares en virtud de procedimientos que no se ajustan a las normas internacionales sobre juicios con garantías. El gobierno estadounidense tiene intención de solicitar la pena de muerte para algunos detenidos en estos juicios.
Amnistía Internacional ha pedido al presidente electo Barack Obama que después de tomar posesión de su cargo anuncie sin demora un plan y una fecha para cerrar el centro de detención de Guantánamo, que abandone las comisiones militares en favor de los tribunales federales ordinarios de Estados Unidos, que dicte una orden ejecutiva que prohíba la tortura y otros malos tratos tal como se definen en el derecho internacional, y que apoye el establecimiento de una comisión de investigación independiente sobre los abusos cometidos por Estados Unidos en su "guerra contra el terror".
A pesar de la aprobación por la Asamblea General de la ONU el año pasado de la primera resolución en la historia de la ONU en la que se pide la suspensión mundial del uso de la pena de muerte, Estados Unidos sigue siendo uno de los cinco primeros verdugos del mundo.
6 comentarios:
Gardel dijo que veinte años no es nada. tal vez tuviese razón.
¿Y sesenta años? Creo que es tiempo suficiente para que hubiésemos avanzado un poquito más.
Un abrazo solidario.
...60 años comprobando que los derechos humanos no se respetan.
Me gusta ser optimista, saber que si la Declaracion de Derechos Humanos no existiese deberíamos inventarla. Para poder seguir exigiendo su cumplimiento, para poder seguir teniendo referentes éticos,...en definitiva para tener claro cual es ese "mundo mejor" que queremos para las generaciones futuras.
Porque aunque haya quien no la cumpla incluso bajo "banderas" democráticas, hemos visto también caer el peso de la Ley sobre asesinos y torturadores.
60 años... qué bárbaro. Mundo verdugo.
Los indocumentados, ocupan un lugar privilegiado en torturas, humillaciones, sueños rotos, esperanzas y letras muertas...
Un abrazo, Monique.
Francisco O. Campillo: Concido, aunque como dice Ana Concejo, algo más hemos avanzado.
Félix Soria: está bien que se recuerde la fecha para recordar, valga la redundancia, que hay que respetarlos.
Ana Concejo: te agradezco este comentario lleno de sentido común y criterio, hay que ver que la Declaración ha sido un avance y que hemos logrado cosas en estas seis décadas.
xavier: hay que condenar a los verdugos.
Conciencia Personal: Totalmente de acuerdo.
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