Pobreza y violencia extremas

México es noticia. El presidente azteca, Felipe Calderón, se reúne en el marco de las Naciones Unidos con sus homólogos de España, José Luis Rodríguez Zapatero y de Argentina, Cristina Fernández, para analizar propuestas para abordar la crisis económica. El punto clave del encuentro ha sido la recapitalización del Banco Interamericano de Desarrollo. El desarrollo también pasa por la concesión de microcréditos en la que ha participado el supermillonario mexicano Carlos Slim (no parpadea, al parecer, ni se inmuta por vivir en un país en que la mitad de la población vive en el umbral de la pobreza extrema) conjuntamente con el banco que promociona el Premio Nobel 2006 Muhamad Yunus. México necesita recuperarse, despertar para que termine la pesadilla. El cine local cuenta dos historias, 'Back Yard', sobre el asesinato de medio millar de mujeres en 1993 en Ciudad Juárez, en su mayoría impunes, y 'Desierto adentro' sobre el fanatismo religioso que implica a una familia. Ambos filmes se presentan para participar en el certamen de los Oscar y a los Premios Goya de España. Pero la realidad mexicana, encasillada en la pobreza y la violencia no es historia, hoy por hoy, revive. Al periodista Norberto Miranda lo acribillan en su lugar de trabajo, en la emisora Radio Visión de Chihuaha. No hace mucho, hace apenas un año, Alejandro Fonseca, otro periodista que investigaba también al crimen organizado, cayó en iguales condiciones. La erradicación de la pobreza y de la violencia son imprescindibles. Los mexicanos se merecen una vida digna en paz.