viernes, febrero 26, 2010

Lágrimas de cocodrilo

No me queda otra opción que publicar el post de Migramundo, del periodista gallego Guillermo Pardo, en el que critica las lágrimas de cocodrillo de los políticos tras la muerte del disidente cubano Orlando Zapata. La hipocresía de dicha clase política se pone de manifiesto ante el hecho contundente de que no respondieron, en su momento, a la súplica de la madre de Zapata. Ahora "lamentan", como ha dicho el presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, pero no condenan la muerte del preso de conciencia en La Habana tras 86 días en huelga de hambre. Los líderes latinoamericanos, tibios o fríos como es habitual, ni siquiera han mostrado una sola lágrima perdida por semejante pérdida, valga la redundancia. Su pestilente silencio cómplice es el fétido aroma que rodea al subcontinente. La Organización de Naciones Unidas (ONU) tampoco ha denunciado la violación de los Derechos Humanos en Cuba.

1 comentario:

Francisco O. Campillo dijo...

Hoy, sólo un abrazo lleno de dolor por la muerte de Zapata... ¡El irreductible!