lunes, febrero 01, 2010

Sobrevivientes moribundos

Haití nos deja la señal de la miseria. En el otro brazo de la balanza, por otro lado, aparece la solidaridad espontánea internacional, netamente válida, aunque insuficiente para levantar al país más pobre de Latinoamérica. De lo que se sabe y conoce, al menos de lo que trasciende a través de las versiones de los medios informativos, las ayudas revolucionarias de Venezuela, Cuba y Bolivia se han manifestado con el traslado de médicos y como siempre mensajes sentimentales para alimentar la emoción del populismo. Los países ricos han hecho lo que, al parecer, han podido, en medio de una crisis internacional. Pero América Latina sigue inmersa en más de lo mismo, mensaje antiimperialista contra los Estados Unidos, merecidos por sus logros históricos, pero que no sirven para otra cosa que para que no haya cambios reales que sólamente podrán llegar con la producción de riqueza a través del valor añadido, la inversión, el diseño y la investigación, elementos que aprovechan los países desarrollados para enriquecerse y tener más para repartir más equitativamente. Haití es una muestra más de una realidad que no cambia, que sobrevive malamente, sin mover ficha en el mundo, sumida en desigualdades, entre ricos multimillonarios como el mexicano Carlos Slim, entre otros, y una población ahogada de por vida en los más bajos niveles de pobreza, a pesar de las revoluciones emancipadoras de las que se cumple ahora el bicentenario y de otras revoluciones, golpes militares, dictaduras y democracias a medias. Tan sólo sobreviven los mensajes autoritarios de los que se proclaman grandes defensores de los pobres pero siguen permitiendo que sólo unos pocos vivan en la opulencia y sean muchos, pero muchos, millones, los que sobrevivan con el hambre nuestro de cada día.

2 comentarios:

la-de-marbella dijo...

Tienes tanta razón Martin y es tan terrible saberlo.

matrioska_verde dijo...

la cuerda siempre rompe por la parte más delgada. Haití tardará mucho tiempo en poder experimentar una mínima reconstrucción.

biquiños,.