martes, noviembre 14, 2006

Entre diabluras diabólicas y santidades

El diablo abunda desde Alaska a la Patagonia. George Bush es el ser malvado que apreta con su bota la garganta de América Latina, según el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, considerado por algunos analistas como peor mal de los últimos tiempos en la región. Entre las diabluras diabluras, verdaderamente diabólicas de los estadounidenses, está el caso de una madre soltera mexicana, que se refugia en una iglesia de Chicago para no ser deportada junto a su hijo. En el otro extremo, un representante del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) elogia la solidaridad argentina a favor de los que piden asilo o refugio por causas políticas, raciales o religiosas. El diablo ronda por Bolivia, donde unos mineros matan con dinamita en el cuerpo a un policía. Y como para neutralizar los poderes del Maligno, en la ciudad argentina de Córdoba se presenta la Cantata a los Santos Latinoamericanos. Entre diabluras diabólicas y santidades merece la pena ver el panorama del fútbol latinoamericano sin que sirva del pan y circo popular ni tampoco en la droga que haga olvidar la triste realidad cotidiana.

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