martes, febrero 13, 2007

Latinoamericanos, carne de cañón

Se ha dado en llamar la privatización de la guerra. Es, ni más ni menos, que el reclutamiento de mercenarios latinoamericanos para luchar en la guerra de Irak por unos mil dólares mensuales. La estrategia parte desde los Estados Unidos, concretamente del Pentágono y consiste en privatizar la guerra, de tal modo que los militares latinoamericanos sirvan de carne de cañón en provecho del ejçercito estadounidense. La Cruz Roja protesta la creación de empresas de servicios militares. La guerra sigue siendo un gran negocio, en algunos casos, a costa de los mercenarios latinoamericanos.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Interesante blog!, la situación que tu comentas de los soldados latinos que recluta el ejército norteamericano, es algo que también se ha vivido aquí en Perú.

Hace un tiempo varias personas han sido captadas para ir a Irak(supuestamente a zonas pacíficas), pero muchos de los que fueron han desaparecido o han regresado sin volver a ser las mismas personas(traumas de guerra) y todo ese riesgo porque el gobierno de los EEUU les ofrece buenos pagos en dólares y no sé cuantos supuestos beneficios más.

Sinceramente, tanta guerra es una total pérdida de tiempo, en lugar de efectuar proyectos de mayor importancia, se gastan la plata en armas y encima se pierden muchas vidas.

Es un placer pasar por aquí, gracias por visitar mi espacio.

Saludos

Charo Bolivar dijo...

El borrachito presidente de los EEUU sigue con su empeño de envenenar el mundo con sus dolares contra reembolso. Espero que algún día muerda el mismo polvo que los cientos, miles de víctimas de Irak y del mundo entero.

Ana dijo...

Ya nos venderán tocos de películas donde rudos latinoamericanos, con la banderita de EEUU tatuada en sus biceps, acaban a los malos con un sólo, certero y perfecto disparo. Y lo harán tan bien que nos sentiremos orgullosos. Muy orgullosos. Qué capos que somos.

bepasonico dijo...

Saludos
Deprimente situación, ya en si la guerra es por si misma es deplorable en causa y fin, ahora medios como estos denigra los valores propios del ser humano rebajándolos a objetos. Ahora no hay que olvidar que el ser mercenario es un trabajo con lo que cubren malignas causas.