domingo, octubre 15, 2006

Rebelión contra la pobreza

El mundo está esperando una rebelión, una especie de revolución justa y moderada, para erradicar la pobreza. Sin embargo, la realidad es que las declaraciones grandilocuentes sobran y se necesitan medidas prácticas como la que puso en práctica el premio Nobel de la Paz, Mohamed Yunus y su Grameen Bank. Una iniciativa en España propone movilizaciones para decirle a los mandatarios del mundo que ya está bien, que no puede ser que, en el siglo XXI, en América Latina haya 52 millones de hambrientos, con el 7% de los niños menores de cinco años con desnutrición crónica. Y Latinoamérica es sólo una parte del mundo. La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación celebrará mañana el Día de la Alimentación. El Plan del Milenio, promovido por las Naciones Unidas, propuso en el año 2000 erradicar la pobreza en 2015, hasta ahora no ha habido ningún logro apreciable. La FAO espera poder llenar los estómagos de los hambrientos de América Latina y el Caribe en 2025, o sea que los alimentos llegarán para los desfavorecidos, se estima, dentro de 19 años. En los Estados Unidos, los latinoaméricanos combaten mejor el estrés que los estadounideneses y, aunque no esté comprobado ni se mencione, quizás sea simplemente porque comen.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Repartir y repartir bien. Menos gastos en armamento. Se investigan celulas y se pone en movimiento una parafernalia para conquistar el espacio pero no hay conciencia de que hay millones que necesitan vivir mejor hoy y no en la nueva decada o en cien años.

Un abrazo.

Dinorider d'Andoandor dijo...

aunque para arrreglar ciertas cosas se necesita mas que una rebelion.... pero igual... siempre se arranca de algun modo!

Anónimo dijo...

Saludos desde la isla, Zenia en:

http://imaginados.blogia.com

Hay naciones como Brasil que tienen hasta una campaña HAMBRE CERO , que busca que lso habitantes de ese inmenso país coman tres veces al día.
Mientras eso ocurre, en Estados Unidos la gente padece de obesidad.
Marchas, está bien.... pero lo que cambiará este panorama será el derribo de la competencia desleal en los mercados, y la disminución de tasas de interés y aranceles a los productos de las naciones en desarrollo.
Los africanos huyen para Europa, pero las naciones de la Unión Europea compiten en el mercado con los productos agrícolas que son el único sustento de los estados africanos.