¡Confirmado¡, Brasil 2014

El diario O Globo fue uno de los primeros en divulgar, por Internet al mundo, la noticia de que Brasil había sido designado sede del Mundial de Fútbol 2014. Las calles cariocas se tiñeron de fiesta el mismo día que coincidió con el cumpleaños de Diego Armando Maradona. Para el presidente de la UEFA, Michel Platini, el Mundial en Brasil es como una peregrinación a La Meca, al Camino de Santiago o a Jerusalén. El analista Jorge Vasconcellos opina que no hay nadie en el mundo que no se merezca más ser la sede del campeonato que el quintuple campeón del mundo, a ritmo de salsa de los prestidigitadores del balón. Será la revancha del Maracanazo, en 1950, cuando en la final venció Uruguay en el mismo escenario elegido en esta ocasión. A la cita obligada de la pasión nacional faltó Pelé. El presidente de Brasil, Lula da Silva, entusiasmado, a pesar de los problemas del país. El fútbol servirá, al menos por un tiempo, para olvidar la situación real del país. Desde la falta de mano de obra especializada hasta hospitales públicos sin equipos, donde los médicos deben comprar esparadrapos con dinero de sus propios bolsillos; guerras urbanas entre la policía y los narcotraficantes en las favelas, caos en los aeropuertos, carreteras en mal estado y retenciones del tráfico de hasta 100 kilómetros forman la larga lista de deficiencias. El Gobierno de Lula deberá gastar unos 1.100 millones de dólares para construir cuatro nuevos estadios y reformar otros a causa de que los campos deportivos no cumplen las exigencias de la FIFA. ¡Confirmado!, Brasil, con Lula da Silva a la cabeza, asume uno de los retos más grande de su historia.