¿Fidel Castro agoniza?

John Dimitri Negroponte, jefe de los espías estadounidense y ex embajador en Nicaragua, durante la guerra sucia contra el país centroamericano en la década de los años ochenta, afirma que Fidel Castro está a punto de morir. No se arriesga mucho cuando se vaticina la muerte de una persona que ha pasado los ochenta, aunque los Estados Unidos vienen anunciando la muerte del Comandante en Jefe cubano desde hace medio siglo.

La desconfianza

entre los Estados Unidos y Venezuela es mutua, con el caso del terrorista venezolano-cubano, Luis Posadas Carrilles, protegido por el régimen de George Bush, de por medio. Los estadounidenses acusan al gobierno venezolano de frenar la lucha contra la droga. El presidente mexicano, Felipe Calderón, ordena el reordenamiento de la frontera con Guatemala, con unidades mixtas de policías, para controlar el tráfico de migrantes hacia los Estados Unidos y muestra su rechazo al maltrato que sufren lo que escapan de la miseria buscando nada más y nada menos que una vida digna, es lo único que piden al lujo y a la opulencia de los países más ricos y poderosos.

Bolivia desea ingresar en Mercosur

sin abandonar la Comunidad Andina de Naciones (Can). Estados Unidos desea fervientemente que se muera Castro y que siga agonizando América Latina para sacar partido, con el fin de que la historia se siga repitiendo, desviando el rumbo hacia la izquierda que claman los pueblos oprimidos de Centroamérica y el hemisferio sur.