sábado, agosto 11, 2007

Esclavos a la carta

Las organizaciones mafiosas reclutan sus esclavos a la carta. Pueden ser niños, a los que se les explota en el trabajo, o mujeres inmigrantes forzadas a ejercer la prostitución. La policía brasileña libera unos 2.000 esclavos cada año. Muchos de ellos en plantaciones de la caña de azúcar, utilizada para la producción de etanol, el biocombustible que usa como estandarte internacional el presidente Lula da Silva en sus exportaciones a Estados Unidos. La vecindad contagia a Argentina, donde cientos de bolivianos viven esclavizados en talleres textiles clandestinos, en situaciones de
hacinamiento y condiciones infrahumanas.
Ya han muerto cuatro niños y dos adultos en el incendio de una de estas fábricas textiles clandestinas, cuya producción es de artículos de marcas de primera línea que se venden en grandes superficies. Viven, trabajan y duermen al lado de la maquinaria de la fábrica, con jornadas laborales que empiezan a las siete y media de la mañana y terminan a medianoche con un salario que ronda los 80 euros.
El abuso social
llega a Medellín, Colombia, donde hay padres que alquilan a sus hijos para ejercer la mendicidad. Mujeres guatemaltecas sufren la esclavitud de la prostitución en Estados Unidos, adquiriendo grandes deudas, para pagar a las mafias por haber cruzado la frontera de forma ilegal. Otras redes de traficantes explotan a mexicanos en las islas Bahamas. Son las 14 horas en España, es sábado 11 de agosto de 2007, y en este instante se desconoce la cantidad de esclavos que sufren, exprimidos como una naranja, explotados vilmente por la codicia desmedida de esa maquinaria de hacer grandes fortunas. El progreso sigue estando, todavía, muy lejos.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Vaya mundo en el que vivimos! El fuerte sigue aprovechándose del débil, que injusto. Me gusta tu blog. Gracias por la visita al mío.

Te añado a mi links para visitarte más dias.

un abrazo

Beatrix dijo...

Hola, la esclavitud, uno en el colegio aprendió que no existe más y resulta que todos los dias nos venden cosas costosas hechas por personas que trabajan solo para poder comer y dormir, sobre eso puse un post una vez en mi blog: http://sabanaaloccidente.blogspot.com/2007/06/esclavitud-en-china.html#links
Me ha gustado tu blog pensante y critico..
me veras por acá y espero que pases por el mio

makiavelojohn dijo...

Cuando se ataca la dignidad del hombre confinándolo a un simple medio productivo mal futuro tenemos. Quizás el airear estos asuntos en las tapas de los medios, con nombres y apellidos, ayuden a aliviar la situación. Al menos sabríamos a quiénes nunca deberíamos comprar.

Un saludo, y gracias por tu visita.

Isabel chiara dijo...

El ansia por los duros no tiene medida, ni verguenza. Cuando las corporaciones llegan a esos límites de avaricia están enfermas, y, o precisan de una buena cura (en una prisión estatal, por ejemplo); o de un infarto mortal que las quite de en medio para los restos.

Saludos Martín, ha sido un honor verme entre tus amigos.

Alicia Mora dijo...

Muy buen blog...sigue así, denunciando estas injusticias.
Un abrazo desde Lápices para la paz..

-=.H.A.D.A.=- dijo...

mmm... estamos en el siglo XXI y en algunas partes del mundo aun estan en el XIV... mala cosa.

en fin!

buenos comentarios ;)

saludos!!

Fran Invernoz dijo...

fernando:el pez grande siempre se come a los pezqueñines.
beatrix: interesante tu denuncia sobre la explotación laboral de chinos.
makiavelojohn:deberíamos tomar conciencia y no comprar determinadas marcas de primera línea, pero es algo difícil de controlar.
ichiara: a veces te pones a pensar y reflexionas en soluciones drásticas y radicales como única manera de atacar la situación.
alicia: gracias por tu comentario y te retribuyo el abrazo.
hada: es verdad que buena parte de la humanidad está atrasada varios siglos y no ha progresado.

Waiting for Godot dijo...

Martín, es domingo 15.14 en Holanda y me has dado tremenda cachetada con la verdad que cuentas. Un beso.

Fran Invernoz dijo...

waiting for godot: el aquí y ahora es muy duro.