El orgullo del inmigrante cuando los pobres dejan de serlo

El inmigrante tiene su orgullo , lo dice la embajadora colombiana en España, Noemí Sanín, y lo quiere mostrar al mundo en el macrofestival que viste Madrid con las mejores galas latinoamericanas, desde hoy hasta el próximo día 14, como adelanto de las celebraciones del bicentenario de los países de América Latina. Capital latinoamericana por excelencia, como ha sido considerada, la metrópoli española acogerá al colombiano Carlos Vives, al brasileño CarlitosBrown y a los cubanos Van Van, entre otros artistas de la región, sumados a debates, mesas redondas de escritores, conciertos y una feria gastronómica. El festival, con dos millones de euros de presupuesto aportados por Telefónica, Repsol y Televisión Española, pretende resucitar el Día de la Hispanidad en España, símil del Día de la Raza en Latinoamérica o del Columbus Day en Nueva York. Para algunos analistas, el gobierno español aprovecha la ocasión, cinco meses antes de las elecciones generales, para congregar a representantes de 22 países y cerca de 300 personalidades del subcontinente. En coincidencia, Barcelona rinde homenaje a las telenovelas, que vieron la luz por primera vez hace medio siglo de la mano de Televisa. Con las telenovelas, como con el festival Vivamérica que ya inunda Madrid del color de la música caribeña, los pobres dejan de serlo y el rico acepta al pobre, según afirma Juan Pablo Shuck, actor que encarna al malo en la serie televisiva 'Pasión de gavilanes'. En Madrid y gracias al homenaje a las telenovelas latinoamericanas en Barcelona, los pobres dejan de serlo, al menos por unos pocos días.