Sí, los desnudos se siguen cotizando a
precios millonarios. Ni los varones y mujeres que vivían en las cavernas se hubiesen imaginado que la buena imagen del cuerpo, que hace unos años promocionó una marca de yogures en España, o una señora pasada en kilos fumando, podría ser
objeto de culto del dinero. En
Paraguay ,
Inglaterra o
Nueva York se
exhibe para que acuda la
flor y nata del arte latinoamericano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario