Mal nacidos

Apunten estos nombres. El sacerdote español José Antonio Rubio por desviar 2,3 millones de euros, donados por la Unión Europea (UE), para la construcción de 50 pozos artesianos en poblaciones indígenas que viven en la miseria en Paraguay. Camilo Alleyne, ministro de Salud de Panamá, por la muerte de 90 personas a causa del uso de un medicamento fabricado en el país con dietilenglicol, una sustancia utilizada para el enfriamiento de los radiadores de los coches importada de China. Los periódicos, las televisiones e Internet deberían incorporar a estos dos personajillos en sus titulares, con foto incluida, por ser unos mal nacidos que han tenido la suerte de vivir en el siglo XXI, porque si hubieran visto la luz hace unos siglos estarían en la picota, una columna que se colocaba a la entrada de las poblaciones con la cabeza de las personas ajusticiadas.